El
pasado 13 de julio más del 40% de Groenlandia experimentó un enorme
derretimiento, con una pérdida total de hielo estimada en más de 2 gigatones
(un gigatón es igual a mil millones de toneladas). Se espera que este 2019 sea
uno de los peores años hasta la fecha en el proceso de derretimiento del hielo
de Groenlandia.
El
derretimiento de los polos es cada vez más acusado, especialmente el del polo
norte. Esto obedece a que el Polo Sur es más frío que el Norte y la razón es
sencilla: el Polo Norte es en su inmensa mayoría un mar helado (el Océano
Ártico) y el Polo Sur es un continente helado (la Antártida). El agua absorbe
el 95% de la radiación solar que incide y refleja tan solo un 5%. Por su parte,
la tierra refleja hasta un 35% de las radiaciones. Es decir, los océanos
absorben más calor que los continentes y así, es más difícil alcanzar
temperaturas bajas.
Pero
¿Cuáles son las razones por las que hay tanto alarmismo con el derretimiento
del hielo de los polos?.
Hay
una razón sencilla de imaginar, si el hielo de los polos se derrite en el
planeta habrá más agua en los océanos. Esto implica que aumente el nivel del
mar, que se formen tormentas más grandes y violentas, también por último que al
haber más cantidad de agua se absorba más cantidad de radiación solar y que esto
a su vez incremente su propia temperatura (lo que es extremadamente peligroso
para el débil equilibrio por la supervivencia de muchos seres vivos en los hábitats
marinos).
La
otra razón es que el hielo refleja los rayos solares y los redirige al espacio.
Se comporta así como un refrigerador natural.
Por
estas razones y viendo que la reacción del ser humano ante este problema ha
sido y todavía sigue siendo muy lenta, el pronóstico es que en pocos años nos
quedemos sin hielo en el Polo Norte.
Algunas
asociaciones ecologistas están proponiendo la medida de pintar los techos de los edificios de color blanco para
reflejar los rayos del sol y ayudar a enfriar el ambiente. Posiblemente esta
medida puede ser muy eficaz para luchar contra las islas de calor urbanas.
Estas
islas de calor urbanas es un fenómeno de origen térmico que se produce en áreas
urbanas y que consiste en que existe una temperatura diferente, que tiende a
ser más elevada especialmente durante la noche, en el centro de las ciudades, donde
se suele producir una edificación más masivas que en las áreas de alrededor,
como extrarradios o zonas rurales. En estos centros de las ciudades existen numerosos
elementos que desprenden calor como los sistemas de climatización, los coches,
las luces… especialmente concentrados en los núcleos urbanos, calientan el aire
de los centros urbanos mucho más que en las afueras. También los materiales que
se utilizan para construir en las ciudades (asfalto, cemento, etc.) lo
favorecen. Por la noche estos materiales se desprenden muy lentamente de calor
que captan durante el día, lo que aumenta las temperaturas nocturnas. Algo que
no sucede en las áreas más rurales que rodean las ciudades, donde abunda la
tierra que tiene la capacidad de perder el calor más rápidamente. Así pues en el
centro de la ciudad de Valencia en noches de verano se ha registrado
temperaturas que sobrepasan los 10 grados centígrados en comparación con zonas
distantes solamente a 5 kilómetros.
Pero
volviendo al tema, ¿si pintáramos todos los techos de los edificios existentes
en el planeta podríamos conseguir el efecto reflectante de la radiación solar
que consiguen los polos?.
Posiblemente
no fuera suficiente, pero también existe un riesgo, ¿qué coste en efecto
invernadero supondría fabricar toda la pintura blanca necesaria?.
Por
lo que expuesto en este artículo el problema del deshielo de los polos
terrestres es un problema grave y de momento difícil de solucionar. El color de
la esperanza ya no es el verde, sin dudar ahora es el blanco.
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