La
ruta que he hecho es la más famosa y visitada, son 17,50 Km entre ida y vuelta.
Dejando el vehículo en el aparcamiento
de la Pradera de Ordesa, me dirijí hacia el camino que hay próximo a la caseta
de los Guardas, ya al final del aparcamiento, este camino discurre por la
orilla del río Arazas. Practicamente todo el camino discurre a la sombra de pinos,
abetos y hayas. En esta época el suelo ya tiene hojas caídas y en los árboles
empieza a apreciarse los tintes propios del otoño. En algunas zonas y siempre en
dirección al norte podemos observar grandes mantos de musgo recubriendo piedras
y troncos de árboles.
Siguiendo
el camino me encontré con la Cascada de Arripas y un poco más adelante otras
dos cascadas, de la Cueva y del Estrecho.
Siguiendo
el camino crucé el Bosque de las Hayas (todavía con hojas verdes) y me dirijí a
las gradas de Soaso, espectacular paisaje de piscinas naturales en terraza a
distintos niveles que forman pequeñas cascadas.
El
sendero que comienza desde las gradas es el de mayor desnivel de la ruta y el
de mayor dificultad debido a que el suelo está formado por muchas piedras
grandes y sueltas. Seguí subiendo hasta el espectacular Circo de Soaso, un
valle pirenaico rodeado por una herradura de altas montañas, valle habitado por
vacas.
Cruzando
todo el valle en dirección a un pequeño montículo, detrás llegué al destino de
la ruta, a la cascada de la Cola de Caballo.
Esta
ruta, la ida en subida se puede hacer en una media cercana a tres horas y para
la vuelta en bajada podemos recortar este tiempo entre media hora o tres
cuartos de hora. En estas fechas hay que ir abrigado y llevar a mano
chubasquero y/o paraguas, también hay que tener muy en cuenta las horas de luz
con las que podemos hacer la ruta. Hay cobertura de teléfono móvil, pero en
ciertos lugares desaparece.
A
los amantes de la naturaleza, tenéis que ir al menos una vez en la vida.
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