Vuelvo a publicar este artículo de 2013. Espero que os invite a la reflexión.
Muchos de los padres en los pueblos mandan a sus hijos a estudiar a la ciudad, "estudia y luego trabaja en la ciudad que en el pueblo se gana poco dinero". En estos tiempos los hijos estudian, pero pocos pueden luego trabajar y se vuelven al pueblo. Incluso los que si han tenido oportunidad de trabajar y ahora están en paro se vuelven al pueblo.
¿Es esto un fracaso?. Puede haber parte de esos hijos que vuelven al pueblo que sientan que han fracasado en su oportunidad porque realmente ellos deseaban establecerse en la ciudad. Por otra parte otros hijos habrán regresado a su hogar encantados por volver a un medio que les aporta más seguridad vital.
Sea como sea yo creo que estos hijos que vuelven al pueblo pueden aportar mucho. Sus estudios, sus experiencias y vivencias son de gran valor para romper esquemas.
Con romper esquemas me refiero a romper con tradiciones rurales muy arraigadas y que no siempre son las óptimas. Muchas cosas se hacen porque toda la vida se han hecho así, esto se produce en muchos pueblos en los que la agricultura y la ganadería son los motores económicos. Os pongo varios ejemplos de los que he sido testigo:
-Déjate de agricultura ecológica, si quieres coger cosecha labra la tierra y echa abono químico.
-Si los olivos y la vid funcionan porque probar a plantar otra cosa.
-Vete a lo seguro, las granjas de producción intensiva han funcionado toda la vida.
-¿Agroturismo?, ¿tú crees que la gente va a pagar por participar en tareas agrícolas?.
-¿Asociarme yo?, que cada uno defienda lo suyo.
-Los ecologistas siempre están fastidiando a los pobres agricultores.
-Las águilas nos dejan sin perdices y conejos a los cazadores.
Habría muchos más ejemplos, pero he puesto varios ejemplos representativos de esa mentalidad tradicional que cuesta mucho que se abra a nuevas situaciones o posibilidades.
Estoy convencido que estos hijos que vuelven al pueblo pueden dar forma a ideas creativas para mejorar el entorno rural. ¿Tú qué piensas?.
Alfredo,
ResponderEliminarHace tres años volví al pueblo de mi padre, de menos de 100 personas, para empezar una nueva vida con mi marido. Fue un aterrizaje forzoso despues de nuestra luna de miel, pero llenos de ilusiones empezamos a trabajar la tierra. Aunamos la experiencia de los vecinos de generaciones en contacto con la tierra con nuestros propios criterios ecológicos y pasado este tiempo cultivamos nuestra propia comida, hacemos vino, tenemos nuestras gallinas... ¡No lo cambiaríamos por nada! La autosuficiencia es posible si aprendemos a vivir con lo esencial, y aunque nos queda mucho por recorrer, el aprendizaje es la mejor parte del camino: nos mantiene humildes y atónitos ante la maravilla de la naturaleza y el ritmo de las estaciones.
Animamos a cualquiera a seguir nuestro ejemplo, siempre y cuando tengan ganas de trabajar y de aprender.
Sin ninguna duda que los hijos que se han formado en la Universidad y vuelven al pueblo, no son unos fracasados, más bien no han encontrado las oportunidades que esperaban en la ciudad, porque la situación actual no lo permite. Por lo tanto, ahora puede ser el momento de buscar esas oportunidades en el medio rural, ¿cuales?. Eso dependerá de cada uno. Hay que aprovechar la formación adquirida para innovar, aplicar e introducir nuevas metodologías; no se puede estar haciendo lo mismo y de la misma manera que los antepasados, la sociedad evoluciona en todas partes y por supuesto en el medio rural también. Estoy de acuerdo que hay que romper esquemas, pero tampoco hay que olvidar y pasar página: que sirva lo tradicional como modelo para mejorar y encontrar esas nuevas oportunidades que lo rural aún puede ofrecer a los jóvenes.
ResponderEliminarLa administración, tanto local como autonómica, nacional y europe es la que ha de procurar que todo sea más fácil para los jóvenes: vivir, emprender y permanecer en el medio rural. Si no es así ¿quien dirigirá y mantendrá la sociedad rural en el futuro?.
Hola, cuanta razón tienes.
ResponderEliminarCada día oigo estos comentarios. Pero no ha sido así toda la vida, hace 50 años funcionábamos de otra manera, escuchábamos a la naturaleza y no existían estos productos "salvadores" del cultivo.
Justamente nosotros estamos empezando con un proyecto de vuelta al pueblo.
Se trata de una conversión a agricultura ecológica del olivo, además de pasar de vender la aceituna a la almazara a comenzar a vender aceite! Empezamos esta semana.
Un saludo
Interesantes reflexiones. Actualmente vemos como la gente vuelve al ambito rural para buscarse una salida laboral.
ResponderEliminarTienes razón que hay que romper con idéas prefijadas.
Yo añadiría alguna más a las que tu expones, y que es la caza es otra forma de aprovechamiento de los recursos, como pueda ser la ganadería, aprovechamiento de leñas, etc.... Rompiendo prejuicios y viendo al cazador con otros ojos.
Por cierto entre los cazadores, gremio al que pertenezco, no vemos a los aguilas como competidores por la caza, como citas en tus reflexiones. Yo personalmente disfruto al verlas. Por ej. en mi coto hace unos días soltamos perdices para su caza... solo se cazó el 20%, siendo el resto presa fácil para aguilas y zorros en las semanas posteriores al cierre de la temporada de caza. Un saludo
Carlos Rubio
http://cazarlos.blogspot.com.es/
http://pescarlitos.blogspot.com.es/
Gracias por vuestros comentarios. Sin dudar la vuelta al pueblo se va a convertir en una solución vital y laboral.
ResponderEliminarDebido a la acogida de esta entrada del blog, habrá una segunda parte en breve.
Saludos.